S02E04 (13): El Estudio Oculto

Donde el grupo encuentra la guarida de Brooks y De la Luz, el estudio donde realizan sus perversas grabaciones, y un horror mayor del que podrían imaginar. 

Miércoles, 5 de diciembre de 1934,

Leticia Alcatraz

El grupo se levanta por la mañana en el hotel, y hacen tiempo hasta que llegan las 11:00, cuando marchan a Coyoacán a echar un vistazo al bar La Paz. Presencian cómo un hombre de mediana edad lo abre al público a eso de las 14, pareciendo un sitio normal. Para asegurarse, Udko entra en el bar, presentándose como un fan de la música mexicana interesado en Javier Luna y los Locos Sonrientes. Entra en contacto con Elena Alcatraz, una joven que trabaja en el bar contratando a los grupos, y que le explica que estos tocan los sábados, aunque quizá haya una fiesta esta noche: mejor estar pendiente del tablón de anuncios del bar.  Elena es una persona interesante, y aunque no parece tener nada que ver con la secta, sí parece estar bien conectada. 

Udko sale del bar y le relevan Maggie y Dotty, que esperan a ver si hay anuncio. Y en efecto, a las 18:00 entra un tipo que pone un anuncio de una fiesta que empieza en La Paz esa noche pero luego se traslada a un apartamento abandonado en Coyoacán. El tipo sube a un coche con otro acompañante y los PJ lo siguen en sus dos coches, con éxito. Llegan a una zona a unas ocho manzanas del bar, donde ven cómo el coche aparca frente a una casa de dos plantas en las que hay varios tipos que no están haciendo nada claro, salvo aparentemente vigilar las ruinas de una hacienda en la parcela de al lado. El grupo pasa de largo mientras Dotty fotografía las ruinas, y vuelven al hotel.

El revelado de la foto revela que hay una puerta de nueva factura, como las puertas anti tornado de los sótanos de EEUU, semiescondida a la espalda de las ruinas. Por supuesto, este es el sitio que hay que mirar, pero mejor de noche, después de pasar por la fiesta. Aquí hay un mapa de la zona de la casa y la Hacienda en ruinas. 

La Fiesta en La Paz

El grupo vuelve al hotel, cargan las armas y el equipo en los coches, y se van para el bar La Paz, donde la banda se está preparando para actuar. Aprovechan que aún no ha empezado la fiesta en firme (ni ven a nadie pasando Néctar) para hablar con los músicos, que están acojonados. Pero acojonados. Les cuentan que las grabaciones con De la Luz y Brooks se hacían en un estudio secreto donde les llevaban con los ojos vendados, aunque el más joven, el batería se quitó un poco la venda y vio dónde les llevaban (la hacienda abandonada de antes). El caso es que están convencidos de que Brooks y De La Luz se refugian allá, y que les van a matar en cuanto acaben la grabación. Sí, pagan mucho y muchísimo dinero, pero no compensa y, aunque han probado el Néctar, no les hace gracia y prefieren mantenerse al margen. 

Cuando la fiesta se traslada a un edificio abandonado por el barrio de Coyoacán, sin embargo, un grupo de cultistas (a los que los PJ reconocen porque uno de ellos es el que puso el anuncio de la fiesta en La Paz esa tarde) llegan, reparten algo de Néctar y se van derechos hacia la banda, ya que parecen tener malas intenciones. Varias cosas pasan a la vez: por un lado, Udko tiene una idea genial, que es usar el somnífero que encontraron en el piso de Brooks para preparar unos chupitos de tequila, llevarlos donde los cultistas, “tropezar” con ellos e invitarles por la molestia. Por otro lado, Margaret sale fuera para llamar a la policía y dar un aviso anónimo de que los tipos implicados en los incidentes de los últimos días están en la fiesta, ¡pero resulta que ya hay un policía uniformado vigilando la fiesta! Margaret se acerca al coche y haciendo buen uso de su habilidad de Jerga Policial se gana la amistad del oficial José Blanco, que así se llama el tipo, que justo está vigilando la fiesta por órdenes de su jefe, el detective Javier Gómez, que están investigando a la secta (aunque es un asunto de bajísima prioridad). Margaret persuade al agente de que entre, y aprovechan que los cultistas están fuera de combate para que los arreste, pero le pide a Margaret que se presente al día siguiente en comisaría para tomar declaración oficial y así no puedan avisar a los demás de que… el grupo se va a poner en marcha para investigar el estudio secreto de grabación de Brooks y De la Luz. 

El Estudio Oculto

Un rápido viaje en coche después, los investigadores están cerca de la hacienda. Llegan hasta la entrada del sótano sin ser vistos, y consiguen abrir el candado nuevecito que la cierra, aunque hacen ruido. Las escaleras descienden a una antigua bodega donde, aparentemente, hay un túnel muy antiguo y otro paralelo, de nueva construcción. El túnel antiguo está cubierto de antiguos murales aztecas, como en la foto, y acaba en un derrumbe al cabo de unos metros; parece que intentaron reabrirlo, la cosa empeoró, y decidieron excavar el túnel nuevo paralelo. Así que el grupo se mete en el túnel nuevo.

A la mitad del túnel más o menos se encuentra una puerta, y sigue en dirección a la casa desde la que se vigila la hacienda en ruinas. Los investigadores detectan una escalera de caracol de hierro que sube hacia la casa donde están los sectarios. Se congregan junto a la puerta, y no escuchan nada, aunque es una pesada puerta de metal y es difícil oír. Abren la puerta y llegan al estudio secreto donde Brooks y De la Luz graban su música. 

El estudio de Brooks y De La Luz, bajo la hacienda abandonada

La puerta da a la sala de control del estudio, con una sala insonorizada a cada lado y otra puerta al fondo. Las grabaciones maestras de De la Luz están aquí, y los PJ toman buena nota de ello. Cuando los investigadores pasan la siguiente puerta ven un pequeño distribuidor con otra puerta de acero, cerrada con llave. Al atravesarla, descubren que todo el estudio está dentro de una enorme cámara azteca, con suelos cubiertos de dibujo, parte de un antiguo complejo enterrado bajo la hacienda. Y hay una puerta secreta que da al estudio de grabación de la izquierda (marcado como A), para que alguien pueda acceder a ese estudio sin pasar por las demás salas. El estudio A parece estar montado para un vocalista, y el B para un grupo de música. Y hay unas enormes escaleras antiguas, por las que asciende la fantasmal canción de Leticia De la Luz. 

Armándose de valor el grupo desciende más aún hasta una cámara circular, con dos salidas, dos antiguos túneles. Hay 4 estatuas idénticas del dios Xochipilli (dios de las artes, juegos, belleza, danza y canciones, en un éxtasis de drogas, las estatuas muestran abundantes representaciones de hierbas alucinógenas. También hay muchas cajas grandes, apiladas al descuido, conteniendo en su mayoría viales de Néctar. Joseph se pone más nervioso que don Quijote en un parque eólico, pero Dorothy no le deja buscar a ver si hay cajas con Néctar, que sólo nos faltaba eso. El túnel del sur desciende en rampa como unos 30 metros y acaba a su vez en un derrumbe. Sólo queda una salida, de donde venía la canción, que se interrumpe cuando los personajes llegan a la cámara circular.  Así que para allá que se van. 

Al cabo de unos metros, un pozo de 9 metros de profundidad bloquea el túnel por completo. Al fondo, hay una Boca mayor, rodeada de Bocas menores, en un montículo de carne encharcada en Néctar. Es una visión aterradora, que canta en sintonía con De La Luz, cuya voz viene de más adelante. 

Los cultistas han construido una especie de pasarela levadiza para poder cruzar sin riesgo, y el grupo avanza, dejando atrás la monstruosa Boca, que no parece moverse. Al final del túnel hay una cámara trapezoidal, con una cama con dosel en una tarima escalonada. Y una figura que se intuye tras los velos…

La voz vuelve a cantar, y los personajes deben hacer un esfuerzo (tiradas de Estabilidad) para resistir su influjo, y cuando apartan las cortinas de la cama la monstruosa verdad se revela en todo su esplendor: Leticia De la Luz ha dejado de ser humana, desarrollando una boca en tres partes que divide su rostro casi por entero, sus miembros se agitan espásticamente al compás de su canción, en una cama inmunda con sábanas incrustadas de semen y Néctar.

Y está embarazada, probablemente de unos cinco meses.

Incapaces de soportar la tremenda visión, el grupo abre fuego, y Leticia se abalanza sobre ellos con la intención de morder y desgarrar con esa boca horrenda. Antes de que pueda alcanzarles, sin embargo, una serie de certeros disparos la abaten, acabando con su sufrimiento y su canción. En respuesta, la Boca Mayor del pozo empieza a ulular y cantar de manera sombría. Y el sonido de pasos y voces de hombres descendiendo por el túnel llena la bóveda…

Un comentario en “S02E04 (13): El Estudio Oculto

Decid algo, gañanes.